top of page

Organos y emociones

Cuando la energía de un órgano sufre una disfunción surgen problemas de salud física, emocional y mental. Los órganos más afectados por las emociones suelen ser el corazón, el hígado y el bazo.

 

La Medicina Tradicional China (MTC) analiza cada uno de los órganos del cuerpo humano desde una perspectiva diferente de la medicina occidental. La razón principal es que la cultura oriental interpreta el cuerpo y la mente como una sola unidad psicofísica. Cada uno de los cinco órganos principales se asocia a uno de los cinco movimientos o comportamientos básicos de energía denominados agua, madera, tierra, fuego y metal. A su vez, cada uno de esos elementos se asocia a una de las cinco estaciones contempladas en la tradición china: invierno, primavera, verano, veranillo (o segundo verano, el verano de San Martí), y otoño y también a siete emociones.

 

Por tratarse de una pareja de órganos a los pulmones y a los riñones se les asocia también una pareja de emociones desequilibradas: la tristeza y la melancolía, y el miedo y el terror respectivamente y una pareja de emociones equilibradas: la integridad y la comprensión en el caso de los pulmones y la confianza y la quietud en el de los riñones. Al bazo-páncreas no se le asigna ninguna emoción, sino una facultad intelectiva. Este órgano, que se identifica con el movimiento básico de la energía de la tierra, se sitúa en el centro y guarda relación con la reflexión, que puede entrañar preocupación en estado desequilibrado y empatía en estado equilibrado. El corazón, sede de las emociones, se vincula con la histeria en su estado desequilibrado y con la serenidad en estado equilibrado y el hígado, con la ira en su estado desequilibrado y con la asertividad en su estado equilibrado.

 

De todas las funciones fisiológicas, la función respiratoria es la única que puede ser regulada por la consciencia aunque nunca inhibida voluntariamente. Es la función que conecta la dimensión psíquica con la dimensión física, la que establece el puente entre la mente y el cuerpo. También es la función que nos pone en relación directa con todo en todo momento ya que compartimos el aire con todos los demás seres vivos y con todo el Universo.

 

Todos hemos experimentado como se nos altera la respiración en función de los diversos estados físicos o anímicos que atravesamos: corta cuando estamos cansados o excitados, inhibida si estamos sorprendidos o asustados, profunda y alargada como un suspiro cuando estamos preocupados o aliviados, entrecortada cuando estamos nerviosos. En fin, recordemos que la pena produce una sensación de ahogo y que la belleza nos corta la respiración. Sabemos instintivamente como energetizarnos o apaciguarnos, pero no siempre sabemos usar esa herramienta de salud.

 

Con la meditación y la práctica del Qigong accedemos a un estado donde la respiración pasa de ser instintiva, innata, a consciente y controlada, dando plenamente sentido al concepto “hic et nunc”, aquí y ahora, al tomar plenamente conciencia que cada momento es completo y único.

 

Calmar la mente y la respiración nos permite activar un mecanismo de retardado, algo así como ensanchar de unas fracciones de segundos el espacio del vacío, el WUCHI, donde cabe todo y donde aun no ocurre nada, entre el impacto y el impulso; es como poner una suerte de air-bag entre nosotros y los excesos de una emoción. En ese corto espacio de tiempo, ocurre con las emociones lo que ocurre con los pensamientos cuando meditamos. Aparecen, no las llamamos pero tampoco las rechazamos, sólo las dejamos pasar, como nubes. Con la práctica, la tristeza del pulmón se volverá integridad y ecuanimidad, la euforia/histeria del corazón se serenará, la ira del hígado se suavizará, el miedo del riñón dará paso a la confianza y la preocupación del estomago se tornará compasión.

 

1. PULMONES Y EMOCIONES

 

La principal función de los pulmones es alimentar el ser vivo en aire, procesando unos 10.000 litros de aire al día. Recordemos que podemos vivir 3 semanas sin comer, 3 días sin beber y 3 minutos sin respirar.

 

Su órgano asociado, el intestino grueso, termina de absorber el agua y los nutrientes minerales que provienen de los alimentos y almacena, para su deshecho, las heces. Tiene que ver con la materia sólida y esto nos revela si somos capaces de lidiar bien con los temas materiales, con dejar ir y soltar las cosas que no sirven. La incapacidad de dejar ir puede ser el resultado de un miedo a la pérdida. El miedo a perder es lo opuesto al amor.

 

Respirar es el fenómeno más evidente de la pulsión de la vida, no podemos evitar hacerlo. Pero, si aceptamos que todo es dual, esa pulsión de vida tiene su lado oscuro: la pulsión de muerte. Platón, Freud y otros filósofos y psicoanalistas, coinciden con ello reconociendo como propio del ser humano esa lucha continua entre dos pulsiones opuestas: Eros y Thanatos, el amor (la vida) y la muerte.

 

En la MTC es PO, el alma vegetativa del pulmón, quien regula este mecanismo de atracción y repulsión, que permite asimilar lo que es bueno, el oxigeno que aspiramos, y expulsar lo que es malo, el dióxido de carbono que espiramos. También su órgano asociado, el intestino grueso, absorbe lo puro y expulsa lo impuro. Los textos clásicos dicen que Po entra y sale con el Qi de la Tierra y del Cielo, entra por la nariz y la boca y sale por el ano. Esos mismos textos antiguos dicen que Po es la parte escondida de nosotros mismos, la que asegura nuestra supervivencia y nuestra autonomía como personas físicas, algo así como el “instinto de conservación”.

 

A todos los niveles, esa función selectiva es la que nos permite no dejarnos vencer, conscientemente o no.

 

2. RIÑONES Y EMOCIONES

 

Diariamente los riñones filtran unos 200 litros de sangre del aparato circulatorio para producir e eliminar, a través de la vejiga, hasta 2 litros de orina. También almacenan algo menos tangible, la energía vital llamada Esencia, JING, y controlan la reproducción, el crecimiento y el desarrollo del ser vivo. Producen medula y sangre, controlan el tejido óseo y se relacionan con las glándulas suprarrenales. Al mismo tiempo, los Riñones involucran los temores resultantes de traumas, los cuales dañan a la vitalidad de la persona, bloqueando su motivación y su entusiasmo y su desajuste incapacitan a manejar situaciones emocionales futuras.

 

Su órgano asociado, la vejiga, almacena la orina y controla su expulsión. Liberar agua, es una de las maneras de manifestar la emoción. Si la vejiga es débil y retiene la micción indica que la persona siente dificultades para expresar sus sentimientos, de la misma manera que el miedo intenso puede provocar la micción repentina.

 

El miedo es un código biológico para la supervivencia: ante una amenaza o un peligro, activa el mecanismo de autodefensa bien con una acción de huida, de ataque o de paralización. Por lo tanto, al miedo se le puede considerar como un excelente aliado que vela por la propia seguridad y que solamente es negativo cuando se siente a raíz de situaciones de peligro imaginarias.

 

La necesidad neurótica de acumular bienes materiales, el apego y aferramiento a lo material son una búsqueda de seguridad que encubre también esa emoción. Cuando se origina un trastorno, la energía de los riñones baja y la persona siente pesadez en los miembros inferiores a la vez que es presa del miedo y del pánico. El miedo provoca también la mayoría de los dolores de espalda. En fin, las fobias, como la agorafobia o la claustrofobia, tienen su origen en una disfunción energética de este órgano.

 

Cuando su energía está equilibra desarrolla, con su comportamiento unificador, una gran confianza en las propias capacidades y favorece una personalidad dotada de fuerza de voluntad. Los riñones son la casa de la intención y de la volución, así como de la libido (ZHI) que expresa la intención, la determinación y voluntad de vivir, asociadas a la de reproducirse.

 

3. HIGADO Y EMOCIONES

 

El hígado almacena la sangre para eliminar las sustancias que puedan resultar nocivas para el organismo, convirtiéndolas en inocuas antes de redistribuirlas en todo el sistema. También regula la circulación y distribución uniforme de la energía vital, el QI y calienta los músculos. Además ejerce una función de control sobre el tejido tendineo y las uñas. Emerge en los ojos, que son la puerta del alma (HUN). Si la vida de una persona se desmorona, y no puede llevar a cabo la tarea de reconstruirla, entonces almacena sensaciones de hallarse sobrecargado, sobre-exigido, lo cual puede crear odio y resentimiento.

 

Su órgano asociado, la vesícula biliar, almacena la bilis que interviene en los procesos de digestión funcionando como emulsionante de los ácidos grasos y se evidencian desajustes cuando la piel y el blanco del ojo se tornan amarillentos. Los desequilibrios de la vesícula biliar son precursores a los problemas cardíacos. Este órgano se ve dañado por una falta de confianza en la vida. En él se aloja la ansiedad con respecto al futuro y su desequilibrio puede remontar a la concepción.

 

La expresión “risa amarilla” se refiere a una risa malévola. Por extensión, la expresión se aplica a la persona que intenta esconder su ira bajo una risa falsa y sarcásticas. Los frecuentes ataques de ira dañan al hígado, de la misma manera que los trastornos del hígado incrementan la irritabilidad.

 

Por otra parte, la irritación no manifestada se convierte en frustración, resentimientos y culpabilidad que ascienden como pequeñas descargas hasta el corazón, residencia del espíritu (SHEN), produciendo dolores de cabeza, mareos y confusión mental, hasta producir piedras en la vesícula biliar. Como casa del alma y consejero del SHEN, HUN permite al hígado desvíar hacia el cuerpo los excesos de las emociones, para somatizarlos, a fin de proteger al corazón.

 

El equilibrio de la energía hepática realza la amabilidad, favorece la personalidad, su gusto por el desarrollo y crecimiento personal, entendido como ambición sana. Aporta una clara perspectiva de futuro, capacidad para planear y tomar decisiones. Su relación con el sentido de la vista favorece la memoria visual, la fantasía y la imaginación.

 

4. BAZO PÁNCREAS Y EMOCIONES

 

Su función principal es la de destruir las células sanguíneas rojas viejas, producir nuevas y mantener una reserva de sangre. También segrega las enzimas digestivas que pasarán al intestino delgado y produce las hormonas que pasarán a la sangre. Forma parte del sistema linfático y es el centro de actividad del sistema inmune.

 

Su órgano asociado, el estómago, es la primera porción del aparato digestivo en el abdomen. Es el reservorio temporal de los alimentos, deglutidos hasta que se proceda a su tránsito intestinal. En el estómago se encuentran en torno a 100 millones de neuronas, motivo por el cual se le suele llamar ″segundo cerebro.″

 

La MTC situá el bazo-páncreas en el centro del tronco, desde donde regula la transformación y el transporte de la energía vital y controla el tejido muscular. Emerge en la boca y se asocia al estomago que recibe y procesa los alimentos así como la glándula timo. La energía ascendente del bazo-páncreas y descendente del estomago confiere equilibrio energético a todo el sistema. El bazo-páncreas es la casa del Intelecto, el YI, donde reside el pensamiento lógico y la razón, la crítica constructiva, la reflexión y la memoria. No se asocia a ninguna emoción, sino a aspectos intelectivos.

 

El páncreas se relaciona con el azúcar y con la dulzura de la vida, pudiendo el mismo ser dañado por la amargura y el bazo retiene los fracasos, los deseos de muerte y la apatía. Si una persona enfrenta más dificultadesde las que puede soportar, se puede dar por vencida, puede creer que realmente fracasó y pierde su voluntad y su deseo de vivir. Se presentan problemas de circulación y digestión, pereza, porque los sentimientos se mueren, se tiende a intelectualizar todo en exceso. El desequilibrio de su energía desemboca en un desajuste que priva el cuerpo de energía vital nutritiva, perjudica la digestión, provoca la fijación y la obsesión en los problemas. El individuo se aísla, siente cansancio y letargo.

 

El equilibrio de la energía del bazo-páncreas alimenta virtudes como la compasión y la empatía. Su órgano asociado, el estómago, se relaciona con la asimilación de las experiencias de nuestros ideales, cuando está equilibrado nos enraiza pero, en caso de sentirse desbordado, incapaz de asimilar las cosas adecuadamente, se puede descomponer. El resultado de una preocupación crea un corte (úlcera) entre la mente y las emociones.

 

5. CORAZON Y EMOCIONES

 

El corazón activa y regula el movimiento de la sangre que pasa por todos los órganos trayéndoles nutrientes y su ógano asociado, el intestino delgado, separa lo puro de lo impuro de los alimentos ingeridos, es la etapa final de la digestión y el comienzo de la absorción.

 

Su órgano asociado, el intestino delgado, provee la base para la construcción y el crecimiento, construye la personalidad, el carácter, la fuerza de voluntad, la confianza, pero más importante que todo refleja los estados más importantes de la vida. Cuando está equilibrada, la energía cardiaca induce a un estado de serenidad y generosidad que permite dar y recibir amor.

 

El comportamiento enérgico expansivo del corazón favorece una personalidad comunicativa, con ideas claras y da facilidades de comprensión y de asimilación. Si el corazón sufre un desequilibrio energético se origina un comportamiento de sobre-excitación y de agitación desmesurada. El humor se vuelve variable, hasta extremos histéricos y pérdida total de control, pasiones excesivas, fanatismo,.. La persona se vuelve influenciable. La energía del corazón fluye más lenta y congestiona, provocando irregularidades en el ritmo cardiaco que se traducen por palpitaciones, taquicardia, nerviosismo e insomnio. El corazón tiene que ver con el amor. El daño ocasionado al corazón siempre es por la pérdida, cuando uno ve resquebrajarse la confianza en una persona, eso conduce al temor a vivir más pérdidas, a la posesividad, a los celos, al egoísmo. Es cuando decimos que tenemos el corazón roto. Esos estados de agitación perjudican al corazón por lo que éste tiene propensión a generar espontáneamente mayor euforia, creando así un círculo vicioso. El corazón almacena el Espíritu, el SHEN. Esta energía fluye por los meridianos extraordinarios y se almacena en el dantien superior (situado en el entrecejo). Está vinculado a la mente racional y emocional. Allí, el espíritu discierne los acontecimientos de la vida y toma consciencia de ellos.

 

El corazón equilibra todos los sentimientos y es capaz de expresarlos con sinceridad. La ausencia de emociones no es una opción acertada para mantener el equilibrio, ya que la frialdad e indiferencia son síntomas de ausencia de SHEN, en cambio, su abundancia proporciona serenidad y capacidad de dar y recibir amor.

 

La MTC toma también en cuenta al pericardio y al triple calentador. El pericardio no representa un órgano en sí sino una serie de funciones relacionadas con el corazón, del cual se dice que es el envoltorio protector. Representa la masa circulante del contenido humoral, hormonal, immunobiológico, procesos de oxidación y reducción. Sus afecciones son los dolores de pecho, mareos, tos, manos temblorosas, infarto de miocardio. Cansancio, falta de vigor sexual, depresión y rigidez de cabeza, y tiene que ver con la comunicación. El triple calentador comprende los 3 sistemas principales (oxigenación y circulación de la sangre; digestión y asimilación energética de los alimentos; y expulsión de la toxinas y reproducción). Mantiene el equilibrio entre lo que sucede afuera y adentro del cuerpo.

 

CONCLUSION

 

Como unidad psicofísica que somos, todo lo que nos acontece es pues psicosomático o somatopsíquico, y no podemos separar estos dos campos. El desequilibrio de una parte afecta a la entera unidad del sistema energético y por eso la energía está comprometida tanto en las manifestaciones orgánicas como emocionales. Cuantos más esfuerzos hacemos para acorazarnos contra nuestras emociones más desprotegidos quedamos de sus efectos nocivos. Es preciso encontrar el “camino de en medio”. Y sin duda el Qigong y la meditación son buenas herramientas.

 

Recordemos el símbolo del yin-yang, el taiji, todo está siempre en movimiento.

 

 

 

  • Twitter Clean
  • w-facebook
bottom of page